El tratamiento de la otitis dependerá del tipo y la gravedad de la afección. En general, el tratamiento se enfoca en aliviar los síntomas, controlar la infección y prevenir complicaciones.
Para la otitis externa, el tratamiento suele incluir gotas para los oídos que contienen antibióticos y antiinflamatorios. También se pueden recetar analgésicos para el dolor. En algunos casos, puede ser necesario limpiar el oído para eliminar el exceso de cera o pus.
En el caso de la otitis media, el tratamiento puede incluir antibióticos si la infección es bacteriana. También se pueden recetar analgésicos para el dolor.
Existen casos en los que si la otitis es recurrente o crónica, se pueden recomendar cirugías de colocación de pequeños tubos en los oídos para ayudar a drenar el líquido y prevenir futuras infecciones.
La otitis interna es menos común y puede ser más grave. El tratamiento puede incluir medicamentos para controlar los síntomas como los mareos y la náusea, así como medicamentos para tratar la infección subyacente.
En algunos casos más graves, puede ser necesaria la hospitalización para recibir tratamiento intravenoso.
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